Jean Didier Urbain: El idiota que viaja

Reflexiones de uno de los libros más importantes de la literatura donde exponen las definiciones del turista y del viajero.

Vínculos entre el viajero y el turista

Es necesario señalar las definiciones que se le da al turista y al viajero. Aquí el turista es aquel individuo que viaja con la finalidad  de distraerse, busca diversión, busca realizar  diversas actividades  en un lugar fuera de lo habitual. En cambio, el viajero busca ir a un lugar  y darle un sentido único a ese lugar, busca la descripción mínima, el detalle y darle un sentido simbólico a todos los elementos que éste encuentra en aquel lugar.

Respecto al lugar se marca una gran diferencia entre lo que implica ser un turista y ser un viajero. Por ende, surge la interrogativa: ¿el mundo quiere viajeros o turistas?

El autor del libro: El idiota que viaja trata de establecer una gran diferencia entre lo que implica ser un viajero y un turista. De cierta manera trata de poner al viajero por encima del turista.  El autor menciona de que la finalidad del viajero es: observar, descubrir, respetar, mejorar, salvar y respetar al mundo. Pero cuando se refiere al turista lo menciona como a una persona que no realiza una actividad turística sino una diversión turbia que puede conducir a todos los males como el mercantilismo, invasión, destrucción del medio, destrucción de las culturas, vicios, etc.

viajera

El autor menciona que el viajero reprocha al turista, ya en el inicio de la lectura da a entender que la relación existente entre el viajero  y el turista es antagónico y que las posturas de estos dos bandos frente a una nueva realidad es distinta pero relativa. Pero que a partir de los relatos de viaje ya se da una frontera que separa al turista del viajero.

El viajero está en una misión permanente, es serio, sin humor. Se encuentra siempre en una posición benéfica y útil. Según el autor, el viajero hace de él un gran descubridor, un gran observador y revelador de lo real. El viajero en sí se cree superior  al turista y trata de establecer una barrera en donde prevalece la superioridad del viajero.

Para seguir rescatando estos puntos importantes es bueno introducir los temas de ocio y tiempo libre; y el significado que tiene estos términos tanto para los viajeros como para los turistas. El ocio que implica diversión y se encuentra dentro del tiempo libre es mirado por estos dos bandos desde una perspectiva totalmente distinta. Para el turista el ocio está vinculado con la diversión, de lo profano, según los ojos del viajero. De cierta manera, a través de sus actividades modifica lo que es el sentido de viajar. Los viajeros, al contrario, toman el término de ocio como el goce de sentirse privilegiado de contemplar un mundo distinto. Por ende, el viajero se asocia a este nuevo mundo y establece la mística.

Citaré un párrafo del libro: “la cosa está clara, con su presencia, el turista destruye la mística de la revelación. Disuelve el choque emocional y reemplaza la alegría del descubrimiento por la <<turbia diversión>> de una visita cercana a la profanación” (pag 70, cap3)

A partir de esta cita queda muy claro la finalidad del autor, el anti héroe (turista) queda por debajo del viajero.

El viajero reprocha muchas cosas al turista  y al mundo del turismo. No solo critica la intención que tiene el turista de trivializar el mundo sino las funciones del turismo, la tecnología como la implantación del ferrocarril, el gran uso que se está dando a estas tierras que indirectamente están provocando un desgaste de éstas.

Pero ahora se menciona que debido a las circunstancias en la que se encuentra el viajero, éste se obliga a imitar al otro, por lo que provoca que la relación entre el viajero y el turista sea cada vez más estrecha. Pero es entonces que a partir de esta nueva visión del viajero, se toma a este como a un individuo, que cada vez se va pareciendo más al turista pero siempre hay una diferencia.

Este acontecimiento se da debido a que el mundo egocéntrico y solitario del viajero  se siente afectado por un intruso que es el turista por lo que  le conlleva a revelarse y realizar cambios.

Es por ello que el autor menciona: “Con la ayuda del perfeccionamiento de los viajes, el privilegio óptico del viajero se desvanece en el transcurso de los años”, “El viajero sabe que los confines del mundo ya no existen. Todos ellos ya han sido alcanzados, balizados, fotografiados y contados”

 

 Revellers celebrate the start of the San Fermin festival in Pamplona

 

                               Fuente: Resaca Turística