Walter Alva al excavar las tumbas de Sipán, rescató objetos áureos pertenecientes a los mochicas. De esta manera, rescató uno que retrata a un personaje de extraño aspecto, denominado El Degollador o también el decapitador. A través de una primera apreciación merece este calificativo.

El citado personaje tiene  en una de sus manos un tumi o hacha, mientras que en la otra sostiene una cabeza humana cogida por la cabellera. Dadas las características de este ser de alta investidura mágico-religiosa, no cabe duda que lo que se quiso representar es a un degollador.

En los relatos míticos es evocado como quien, en persona, ejecuta los sacrificios humanos. Es por ello, que el Dios del agua andino es retratado con rostro demoníaco. Para su reverencia se exigía sacrificios humanos para así dejar caer agua sobre los campos de cultivo a tiempo y con intensidad.

Gracias al proyecto “Ruta Moche“, que es un circuito que promueve la visita de los monumentos, se pueden apreciar todos estos rastros dejados por los mochicas. Todo está muy bien manejado y preservado. Es necesario recalcar que uno de los que encabezan esta organización es Elías Mujica quién ha trabajado arduamente en este proyecto.

No olvidar aplicar el turismo sostenible en sus viajes!

Buena suerte.