Tour ‘‘Piratas del Callao’’

¿Qué se les viene a la mente cuando escuchan ‘‘Callao’’? Quizás puerto, salsa, barrio, Pilsen, ceviche, piratas… ¿piratas? Sí, piratas, como los del siglo XVIII, aquellos que asaltaban galeones repletos de oro que iban a España. Pero ¿han imaginado alguna vez navegar con piratas a bordo?

Una alianza entre Turibus y T&T te trae una novedosa experiencia para que conozcas Miraflores y el Callao de una manera única y diferente. Observa sitios emblemáticos de Miraflores y el Callao sentado cómodamente a 4 metros sobre el suelo, con una vista panorámica de las calles, y navega el mar chalaco a bordo de un espléndido catamarán.

La aventura empieza en el Centro Comercial ‘‘Larcomar’’ (Miraflores), famoso por estar construido en el acantilado de la costa verde, lo cual le da una vista privilegiada hacia el Océano Pacífico. Desde allí, el Turibus recorre sitios importantes del distrito como la Municipalidad de Miraflores cuyo funcionamiento edil data del siglo XIX y el Parque Kennedy cuyo ambiente y afluencia de turistas lo convierten en un lugar de paso obligado. Personalmente, he recorrido Miraflores a pie, pero no hay nada como ver los lugares caminados desde lo alto de un bus ya que cuando miras las cosas desde otra perspectiva, una experiencia siempre resulta original. El Turibus sigue su recorrido por otros lugares interesantes de Miraflores, toma la Av. Del Ejército rumbo al Callao y en seguida ya estamos en la Av. La Marina.

Un letrero grande de color verde/azul que anuncia ‘‘Municipalidad del Callao – Bienvenidos’’ y una leve brisa con olor a mar nos advierten que el Turibus ya se encuentra en tierra chalaca. En el trayecto se observan sitios emblemáticos como el Hospital Nacional ‘‘Alberto Sabogal Sologuren’’, primer hospital del Seguro Social e inaugurado en 1941; también el Comedor del Pueblo del Callao ‘‘Teresa Izquierdo’’ cuyo nombre fue otorgado en homenaje a la famosa cocinera limeña y que actualmente brinda 800 almuerzos a chalacos de bajos recursos, y, por otro lado, se observa un conjunto de balcones y casonas que evocan la época virreinal y republicana de la actual Av. Sáenz Peña. El recorrido en el Turibus casi termina, pero a medida que se adentra en el distrito de La Punta, un vestigio de otros tiempos llega hasta nosotros. Antigua pero formidable se yergue la Fortaleza del Real Felipe, construida en el siglo XVIII y con 70.000 m² defendía el puerto de ataques de piratas y corsarios.

Nos recibe una limpia y apacible Plaza Grau, donde se erige la figura del Almirante Miguel Grau Seminario, héroe naval en la Guerra del Pacífico, y a pocos pasos de la plaza se encuentran el Museo Naval del Perú y el Museo Submarino ‘‘Abtao’’, sin embargo, el sol está radiante, la brisa refresca y el sonido del olas y las gaviotas crean el escenario perfecto para una aventura con piratas.

A continuación, nos dirigimos al Muelle Dársena para embarcamos en La Regina y hacer el transbordo hacia el catamarán Mikeira. Una vez a bordo, el Mikeira zarpa hacia la isla San Lorenzo navegando cerca a lugares tradicionales de La Punta como el barrio de Chucuito, la playa Cantolao y la Escuela Naval del Perú. Ya una vez fuera del litoral, se logran observar embarcaciones famosas como el Humboldt, navío peruano cuya finalidad es la investigación científica en la Antártida, así como también el recientemente adquirido BAP Tacna, que con 165m de longitud y 17.040T lo convierte en la nave más grande de la fuerza naval peruana.

A bordo, el guía ofrece datos interesantes sobre la fauna local y nos cuenta la historia de la isla San Lorenzo cuando, de repente, se oyen venir pasos inestables acompañados de sonidos metálicos y a medida que van subiendo por las escaleras se logra distinguir un sombrero marrón que cubre una maraña de trenzas y dreads, luego, un camisón blanco es sujetado por un cinturón negro que a su vez lleva sujeta una espada y finalmente unas botas de cuero gastadas que cubren los pies de un personaje fascinante y pintoresco, de aspecto desaliñado y singular que grita con voz aguardentosa:

¡Ustedes no parecen piratas! ¡¿Quiénes son ustedes y qué hacen en mi barco?!

Como si hubiera sobrevivido al paso del tiempo, un pirata del siglo XVIII se dirigía a nosotros como unos extraños. Lo que sigue después es una aventura tienen que vivir…